martes, 20 de marzo de 2012

Mucho mejor que las notitas...


Mi chico me gusta por muchas cosas pero, para no extenderme, hoy hablaré solo de una.

Durante los primeros meses de mi embarazo comprendí que las famosas náuseas no eran tan románticas* como yo imaginaba. Pero también observé que la primera víctima de mis náuseas no era yo y ni mucho menos Ana... era David.

David cuidó de nosotras hasta tal punto que el que acabó malito fue él, y es que el síndrome del nido lo sufrió David y con mucha antelación.

Mi chico no cree ser una persona detallista, pero eso es solo porque está muy por encima de la media... a él no le van las notitas (que están muy bien) David no dice "te cuidaré" él nos cuida de verdad, y no dice "te querré siempre", él nos quiere cada día y se nota ¡y qué bien sienta!.

Te quiero sardinuca.

* Con románticas me refiero a esa idea de: -¡Náuseas en el embarazo, que auténtico! ¡Cómo molaría tener una pierna escayolada! ¡Que chic es llevar gafas!- He probado las tres cosas y las tres están sobrevaloradas.

domingo, 4 de marzo de 2012

Buenos hábitos


Me encanta como Ana va descubriendo el mundo: observa, aprende y decide. Podría ponerme a contar anécdotas monísimas, pero ahora me apetece hablar del ratito que trasncurre entre el baño y la cena.

Envuelta en una toalla y con una gran sonrisa colocamos a Ana sobre la cama, ella me recuerda: -¡Crema, crema!-, acato sus órdenes y empieza el show. Mientras la unto con crema y la pongo el pijama, ella canta. Y aquí viene cuando hay que tomar nota... ¡no es lo que canta, sino como lo canta!.

Ana se deja llevar, canta alto o bajo, según le apetezca ese día, con coreografía o sin ella... el caso es que se recrea, le da igual si la miras o no, ella se lo pasa bien y ya está.

Conclusión: Esto que hace Ana tiene toda la pinta de ser supersaludable, después de quedar limpita e hidratada lo mejor para terminar el día es esparcirse, esto lo tengo que probar.