martes, 8 de mayo de 2012

La buena gente

Esto de viajar en bus, parece que no pero... da mucho juego. En unos pocos días me he topado con dos personas muy amables que me han hecho recapacitar...

Primero, me he dado cuenta (a mi pesar) de que estoy más quemada con el mundo de lo que me gustaría reconocer. Desconfío del prógimo casi por norma ¡y eso que soy bastante inocentona!.
En ambos casos se dirigieron a mi dos personas muy amables y creo que las dos veces la primera mirada que les he dirigido ha sido del tipo: -¡tú que quieres!, ¡no llevo suelto encima!-

Segundo, en el mundo hay mucha gente rara (me incluyo, de hecho creo que todos tenemos rarezas). A base de ir conociendo personas me doy cuenta de que hay raros y RAROS... de hecho los podría clasificar entre: los que dan pereza, los que dan cosica y los que dan miedo.

Tercero, ahora valoro muchísimo más a la gente buena que me rodea ¡vaya suerte tengo!. Amigos, familia, David y Ana son un lujo que hay que cuidar.

Cuarto, he decidio que yo también quiero ser una buena persona. Si, no es que me dedicase a saquear museos antes de escribir esto, de hecho no soy mala chica. Pero si es verdad que hay ciertas cosas que me gustaría borrar de mi expediente (la adolescencia, que es muy mala).

Conclusión: Sé que va a parecer sacado de un power point de bebés y gatitos pero no, lo digo yo...
Creo que ser buena gente no cuesta tanto. A veces da pereza, yaaa, pero a la larga merece la pena intentarlo.

Además, estoy segura de que llevarlo a cabo te hace sentir fenomenal, qué te juegas a que es bueno para la piel, adelgaza... y ¡quita dioctrías! (bueno, esto último no puedo asegurarlo).

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Dedicado a la señora tan maja del 148 ¡vaya piel de chica de 18 tenía!, y al autobusero del 62 ¡no llevaba gafas! (¿casualidad?, no lo creo).
Y no se lo dedico a la mujer que limpia el portal de mi piso ¿verdad cuñado?

jueves, 3 de mayo de 2012

El secreto de los 180º

Ana, desde hace algún tiempo, sabe distinguir entre triste y contento. Sobretodo se deja guiar por la forma de la boca de los personajes de sus libros.

Si Peppa Pig titene por boca una media luna hacia abajo está "tite", pero si por el contrario la media luna apunta sus vértices hacia arriba "¡etá coteta!".

Ana tiene unas nuevas pegatinas de Pocoyó que le regaló su madrina la semana pasada. En una de ellas Pocoyó está triste. Pues Ana le puso solución al asunto en menos de un segundo ¿cómo?... ¡dándole la vuelta!. Si Pocoyó estaba al revés la media luna también se giraba, por lo tanto estaba contento, daba igual que el resto del muñeco estuviese al revés, lo importante es que ya estaba contento.

Moraleja: Si las cosas se ponen chungas busca otro punto de vista, mira la parte positiva. O lo que es lo mismo ¡dale la vuelta a la situación!. :-)

martes, 20 de marzo de 2012

Mucho mejor que las notitas...


Mi chico me gusta por muchas cosas pero, para no extenderme, hoy hablaré solo de una.

Durante los primeros meses de mi embarazo comprendí que las famosas náuseas no eran tan románticas* como yo imaginaba. Pero también observé que la primera víctima de mis náuseas no era yo y ni mucho menos Ana... era David.

David cuidó de nosotras hasta tal punto que el que acabó malito fue él, y es que el síndrome del nido lo sufrió David y con mucha antelación.

Mi chico no cree ser una persona detallista, pero eso es solo porque está muy por encima de la media... a él no le van las notitas (que están muy bien) David no dice "te cuidaré" él nos cuida de verdad, y no dice "te querré siempre", él nos quiere cada día y se nota ¡y qué bien sienta!.

Te quiero sardinuca.

* Con románticas me refiero a esa idea de: -¡Náuseas en el embarazo, que auténtico! ¡Cómo molaría tener una pierna escayolada! ¡Que chic es llevar gafas!- He probado las tres cosas y las tres están sobrevaloradas.

domingo, 4 de marzo de 2012

Buenos hábitos


Me encanta como Ana va descubriendo el mundo: observa, aprende y decide. Podría ponerme a contar anécdotas monísimas, pero ahora me apetece hablar del ratito que trasncurre entre el baño y la cena.

Envuelta en una toalla y con una gran sonrisa colocamos a Ana sobre la cama, ella me recuerda: -¡Crema, crema!-, acato sus órdenes y empieza el show. Mientras la unto con crema y la pongo el pijama, ella canta. Y aquí viene cuando hay que tomar nota... ¡no es lo que canta, sino como lo canta!.

Ana se deja llevar, canta alto o bajo, según le apetezca ese día, con coreografía o sin ella... el caso es que se recrea, le da igual si la miras o no, ella se lo pasa bien y ya está.

Conclusión: Esto que hace Ana tiene toda la pinta de ser supersaludable, después de quedar limpita e hidratada lo mejor para terminar el día es esparcirse, esto lo tengo que probar.

miércoles, 29 de febrero de 2012

Ana y el castillo de Pipe


Ana es la chica de 22 meses más guapa y alegre del mundo y Pipe, como le llama ella, un perro que cada noche hace un castillo de arena para que mi niña se duerma. Pipe intenta decorar su castillo con algas, conchas y palitos de helado mientras Ana se abraza a su perro de peluche y endereza el chupete a su gusto.

Hay días que Pipe se lo tiene que currar más y hacer dos castillos, y días que tiene que pedirle ayuda al pollo Pepe para que Ana coja el sueño, pero mi chica es muy buena y lo pone fácil durmiéndose al segundo cuento.

Aprovecho que es 29 de febrero, un día chulo para retomar este blog, e iré sacándole partido a la siempre impecable labor de Pipe para ir actualizándolo con cariño y periodicidad (al menos es mi intención).

Buenas noches :-)

jueves, 6 de enero de 2011

Hoja de reclamaciones #1


Estoy cansada de sufrir decepciones por Navidad. Tendría que ser como muchos... directamente odian la Navidad y punto, dejan que pasen estos días sin más. A mi me encantan estas fechas, lo malo es que me gustan mucho más que a la media (demasiado más) y hay detalles que no puedo evitar que me duelan.

En fin, que estoy encantada con mis regalos, tengo una familia maravillosa... tengo más de lo que jamás podría haber imaginado, peeero... tenía que desahogarme.