martes, 14 de diciembre de 2010

Cinco olores, muchos recuerdos

1. Lavanda:
Huele a lluvia en Marugán, a frotarla entre las manos y que queden perfumadas, a regar las arizónicas (que rollo), a darle a la llave de paso del agua, al llegar y a irnos.

2. Nivea:
Huele a mi madre tomando el sol en Benidorm, en Tenerife, en Castroserna, en las dunas de Corrubedo, en Marugán, en cualquier sitio en el que cayese un rayo de sol.

A Ana después del baño.

3. Opium de YSL:
Huele a ¡solos en casa!, mi hermano y yo descubriendo rincones hasta entonces inaccesibles, monedas entre los cojines del sofá, Nesquik a cucharadas en libertad, por entonces no había internet y había que usar más la imaginación.

4. Madera:
Huele a estrenar casa con mi chico, a montar muebles de Ikea por primera vez, a tener que volver a montar el mueble de Ikea porque nos ha sobrado una tabla.

Al taller de mi padre, a ayudarle a sujetar el tablón mientras lo sierra, a verle con la camisa de cuadros, los guantes y el pelo lleno de serrín.

5. Nuevo:
Huele a estrenar libros de texto, a sábanas limpias, a despegar las pegatinas del interior del nuevo coche de papá, a ponerme el vestido de novia, a la sorpresa que me dio David con el iMac, a salir de Gandía con una sonrisa en la boca por la nueva adquisición, a la caja de recuerdos para Ana.

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